Es difícil superar la ventaja de la internet. Películas desde la comodidad de sillones reclinables, eventos deportivos con un sinfín de botanas cerca en la cocina, o la selección y entrega de abarrotes sin moverse del sofá – se espera que todo esté disponible a través de dispositivos conectados. Se estima que 3.8 mil millones de personas tienen un smartphone , lo que representa casi la mitad de la población mundial.
Los bancos y las compañías de servicios financieros también han tenido que adaptarse a este nuevo escenario digital, proporcionando a sus clientes nuevas formas de acceder a sus cuentas y manejarlas. Desde el punto de vista del cliente, es difícil superar la conveniencia de depositar cheques, revisar estados de cuenta y mover dinero en cualquier momento o en cualquier lugar que elijamos. La pandemia de COVID-19 sólo intensificó una tendencia ya al alza, aumentando aún más la demanda de soluciones financieras basadas en dispositivos móviles que no requieran visitas presenciales. Se espera que el número de usuarios activos de la banca en línea en todo el mundo crezca a más de 2.5 mil millones para el 2024, superando los 2.1 mil millones hoy en día.
Esta combinación de la omnipresencia de los smartphones y el deseo de conveniencia ha contribuido a actualizar los procedimientos tradicionales de incorporación y autenticación de clientes financieros, resaltando la importancia de proporcionar a los clientes financieros un medio tanto para abrir, como para acceder a sus cuentas con seguridad desde un cualquier lugar.
